Para comprender completamente el papel del sueño en relación con el envejecimiento, es necesario embarcarse en una exploración en profundidad de la intrincada interacción entre el sueño, el envejecimiento y la posible utilidad terapéutica de una nueva forma de Ashwagandha con la mayor concentración de Componente activo que ha demostrado ser la mejor opción para apoyar el sueño y el envejecimiento. En este análisis exhaustivo, analizaremos sistemáticamente las distintas fases del sueño, abarcando los atributos esenciales del sueño REM y el sueño profundo. Nuestro enfoque se centrará en las consecuencias adversas de la falta de sueño en las características clave del envejecimiento, incluida la función mitocondrial, el equilibrio del microbioma, la dinámica de la longitud de los telómeros y el proceso indispensable de la autofagia. Además, dilucidaremos el papel multifacético del sistema glifático, responsable de la eliminación de productos de desecho en el cerebro durante las etapas reparadoras del sueño. Nos espera una perspectiva apasionante a medida que exploramos las aplicaciones prometedoras de Shoden Ashwagandha para optimizar la calidad del sueño y facilitar los mejores resultados de salud posibles.
Primero, veamos las fases del sueño.
- Sueño REM (movimiento ocular rápido): el sueño REM es una etapa compleja en la que el cerebro se vuelve muy activo, casi parecido a la vigilia. Durante esta fase, las vías neuronales asociadas con el aprendizaje y la consolidación de la memoria están muy activas. Es un período crítico para el procesamiento emocional y la formación de sueños. Se cree que el sueño REM desempeña un papel fundamental en la función cognitiva, la creatividad y el bienestar emocional. Las alteraciones del sueño REM se han asociado con trastornos del estado de ánimo, como depresión y ansiedad, así como con un deterioro del rendimiento cognitivo.
- Sueño no REM: El sueño no REM se divide en varias etapas, cada una de las cuales cumple funciones únicas. En las etapas iniciales, el cuerpo comienza a relajarse y el ritmo cardíaco y la respiración disminuyen. Es un momento para que el cuerpo se relaje y se prepare para etapas más profundas del sueño. A medida que avanzamos hacia etapas no REM más profundas, entramos en un sueño de ondas lentas o sueño delta. Esta etapa está asociada con el rejuvenecimiento físico, la reparación de tejidos y la liberación de la hormona del crecimiento. Desempeña un papel crucial en la recuperación física y el sistema inmunológico se activa para combatir infecciones. Además, la inflamación en el cuerpo tiende a disminuir durante el sueño profundo. Las alteraciones del sueño no REM pueden provocar una recuperación física deficiente y una función inmune comprometida.
- Sueño profundo: el sueño profundo, a menudo denominado sueño de ondas lentas o delta, es la etapa más reparadora. Durante esta fase, el cerebro exhibe patrones sincronizados de ondas lentas y el cuerpo pasa por numerosos procesos críticos. La hormona del crecimiento, vital para la reparación de tejidos, el crecimiento muscular y el rejuvenecimiento general, se libera durante el sueño profundo. La presión arterial disminuye y el flujo sanguíneo a los músculos aumenta, lo que promueve la curación y la restauración de energía. También se cree que el sueño profundo desempeña un papel importante en el mantenimiento de un metabolismo saludable.
- Sueño ligero: el sueño ligero se produce al principio y al final del ciclo de sueño y sirve como etapa de transición entre las fases de sueño más profundo. Se considera menos reparadora que las otras etapas, pero es esencial para mantener la calidad general del sueño y facilitar la consolidación de los recuerdos. El cerebro permanece activo hasta cierto punto durante esta fase, lo que ayuda a la formación y organización de la memoria.
La falta de calidad del sueño o el deterioro de cualquiera de estas fases del sueño pueden tener efectos de gran alcance, especialmente en las características clave del envejecimiento.
Disfunción mitocondrial: la falta de sueño puede dar lugar a una disfunción mitocondrial, donde las mitocondrias, los orgánulos productores de energía dentro de las células, sufren deterioro. Esta disfunción da como resultado un aumento del estrés oxidativo, que a su vez disminuye la capacidad de la célula para producir energía. Con el tiempo, este proceso provoca daño celular y acelera el proceso de envejecimiento.1
Acortamiento de los telómeros: la falta de sueño tiene el potencial de acelerar el acortamiento de los telómeros, las tapas protectoras situadas en los extremos de los cromosomas.2 Los telómeros acortados están estrechamente relacionados con el envejecimiento celular y una mayor susceptibilidad a las enfermedades relacionadas con la edad. El sueño puede desempeñar un papel fundamental en el mantenimiento de los telómeros al disminuir el estrés y la inflamación, además de promover los procesos de reparación necesarios durante el sueño de ondas lentas que ayudan a la actividad de la telomerasa y la integridad de los telómeros; por lo tanto, un sueño insuficiente puede acelerar la degradación de los telómeros.2
Impacto en la autofagia: la autofagia, un proceso celular que elimina componentes celulares y proteínas dañados, depende en gran medida del sueño. Dormir lo suficiente es imperativo para la activación de la autofagia, un proceso que facilita la reparación y el rejuvenecimiento celular. La falta de sueño altera la autofagia, comprometiendo así el mantenimiento celular y contribuyendo al proceso de envejecimiento.3
Inflamación: la falta de sueño suficiente puede desencadenar una inflamación crónica de bajo grado en todo el cuerpo. Esta inflamación crónica es una importante fuerza impulsora detrás de la aparición de enfermedades relacionadas con la edad, incluidos problemas cardiovasculares, artritis y trastornos neurodegenerativos.4 El sueño es fundamental en la regulación de los procesos inflamatorios, y dormir mal puede exacerbar la inflamación, impulsando aún más el proceso de envejecimiento. .
Desequilibrio del microbioma: los patrones de sueño poseen la capacidad de influir en el microbioma intestinal, que comprende una amplia gama de microorganismos dentro del sistema digestivo. Los desequilibrios en el microbioma pueden culminar en diversos problemas de salud y tener un impacto perceptible en el proceso de envejecimiento. El sueño inadecuado puede alterar el intrincado eje intestino-cerebro, ejerciendo así una influencia perjudicial sobre el microbioma.5
Epigenética: el sueño ejerce un profundo impacto en los cambios epigenéticos, que abarcan modificaciones en el ADN capaces de afectar la expresión genética. La privación de sueño tiene el potencial de inducir alteraciones en los patrones epigenéticos relacionados con el envejecimiento. Estos cambios pueden influir profundamente en la susceptibilidad a enfermedades relacionadas con la edad y acelerar el proceso de envejecimiento.6
Un área de importancia clínica que está surgiendo como clave para aprovechar al máximo el sueño es el sistema glifático. El sistema glifático es una red de vasos y canales en el cerebro descubierta relativamente recientemente que desempeña un papel crucial en la eliminación de productos de desecho y el intercambio de líquido cefalorraquídeo (LCR) dentro del cerebro. Opera principalmente durante el sueño y tiene implicaciones importantes tanto para la calidad del sueño como para la aceleración del envejecimiento.
El sistema glifático entra en acción principalmente durante las etapas del sueño profundo y de ondas lentas, reconocidas por sus propiedades reconstituyentes y rejuvenecedoras. En este período crítico, el sistema glifático desempeña un papel vital en la eliminación de productos de desecho metabólicos, incluidas sustancias como el beta-amiloide, que están estrechamente asociados con afecciones neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer. El funcionamiento adecuado del sistema glifático durante el sueño es de suma importancia, no sólo para la eliminación de desechos sino también para el mantenimiento de la salud cognitiva, la consolidación de la memoria y la mejora general de la calidad del sueño.7
Si bien se han lanzado una gran cantidad de productos relacionados con el sueño en general, muy pocos han tenido la capacidad de vincularse directamente con el sistema glifático. Ahí es donde Shoden, una forma de marca de ashwagandha ( Withania somnifera ), destaca por su notable capacidad no sólo para reducir el estrés sino también para mejorar la calidad del sueño, específicamente el sueño reparador . Con un contenido de withanolida del 35%, la eficacia de Shoden es innegable y está clínicamente probada. Un ensayo clínico clave realizado en 2020 demostró que puede provocar un aumento del 42 % en el sueño reparador, 36 minutos adicionales de sueño de alta calidad, una extensión de 39 minutos de la duración total del sueño y una impresionante reducción del 11,8 % en la latencia de inicio del sueño. El elemento al que hay que prestar mucha atención es el aumento del 42% en el sueño reparador; ¿Cuándo se produce el sueño reparador ? Sueño profundo y de ondas lentas, precisamente la misma fase del sueño en la que la actividad glifática es más activa. Por lo tanto, Shoden representa quizás una de las mejores opciones para optimizar el sueño y garantizar que los pacientes aprovechen al máximo su sueño. Además, como se ve con la mayoría de las otras formas de ashwagandha, Shoden también funciona increíblemente bien como adaptógeno, ayudando al cuerpo a adaptarse al estrés y regulando el eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal (HPA), que es responsable de la secreción de la hormona del estrés. particularmente cortisol.8
Hay ciertas cosas en la práctica que puedes recomendar con confianza a cualquiera como "buenas para ti". Dormir es uno de ellos. Ayudar a los pacientes a alcanzar esa fase de ondas lentas y profundas para lograr lo último en sueño reparador y, a su vez, respaldar esas características del envejecimiento, así como el sistema glifático de vital importancia recientemente descubierto, puede marcar la diferencia para un paciente. Y la aplicación de apoyo específico, como Shoden, sólo promoverá aún más el mejor sueño nocturno y los mejores resultados clínicos posibles.
Referencias:
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- Lee KA, Gay C, Humphreys J, Portillo CJ, Pullinger CR, Aouizerat BE. La longitud de los telómeros se asocia con la duración del sueño pero no con la calidad del sueño en adultos con virus de inmunodeficiencia humana. Dormir. 1 de enero de 2014; 37 (1): 157-66. doi: 10.5665/dormir.3328.
- Deutsch S, Malik BR. Impacto del sueño en la autofagia y las enfermedades neurodegenerativas: Dormir con la mente clara. Arco Mol Biol Genet. 2022;1(2):43-56.
- Doherty R, Madigan S, Warrington G, Ellis J. Interacciones entre el sueño y la nutrición: implicaciones para los atletas. Nutrientes. 11 de abril de 2019;11(4):822. doi: 10.3390/nu11040822.
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- Carroll JE, Prather AA. Sueño y envejecimiento biológico: una breve reseña. Opinión actual Endocr Metab Res. Junio de 2021; 18: 159-164. doi: 10.1016/j.coemr.2021.03.021.
- Voumvourakis KI, Sideri E, Papadimitropoulos GN, Tsantzali I, Hewlett P, Kitsos D, Stefanou M, Bonakis A, Giannopoulos S, Tsivgoulis G, et al. La relación dinámica entre el sistema linfático, el envejecimiento, la memoria y el sueño. Biomedicinas . 2023; 11(8):2092. https://doi.org/10.3390/biomedicines11082092
- Deshpande A, Irani N, Balkrishnan R, Benny IR. Un estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo para evaluar los efectos del extracto de ashwagandha (Withania somnifera) sobre la calidad del sueño en adultos sanos. Dormir Med. 2020 agosto; 72: 28-36. doi: 10.1016/j.sleep.2020.03.012